Por Alejandro Goldstein, Socio de OLIVIA
Es cierto, hemos cometido errores y ahora estamos sufriendo las consecuencias. Nuestro medioambiente está colapsando, pero a pesar de lo que muchos puedan pensar, aún tenemos la oportunidad de corregir el rumbo.
En respuesta a la emergencia del cambio climático, muchos líderes mundiales han invertido recursos en fortalecer sus políticas ambientales para promover la sostenibilidad. Sin embargo, si esto no se acompaña de la digitalización, no solo se desperdician recursos, sino que también tiempo.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las soluciones digitales podrían reducir las emisiones globales en un 20%. Esto significa que si las empresas utilizan la tecnología en pro de la sostenibilidad, tenemos la clave para un futuro más prometedor.
Esto es lo que se conoce como Transición Gemela o Twin Transition, donde la sostenibilidad y la digitalización se unen y complementan mutuamente, en lugar de ser abordadas por separado. Esta estrategia nos permite enfrentar con éxito la actual crisis ambiental.
Las empresas que han adoptado este enfoque han logrado aprovechar los beneficios que esta transición ofrece, convirtiéndolos en oportunidades de negocio. Mejoran la productividad, aumentan la eficiencia, fidelizan a clientes conscientes del medioambiente y mejoran su competitividad.
¿Demasiado bueno para ser verdad? Si la tecnología nos simplifica la vida en el día a día, imaginen su impacto en los procesos productivos de las industrias. Por ejemplo, simular la fabricación de un producto con tecnología de vanguardia permite anticiparse a posibles fallos, reducir costos y optimizar procesos. Las empresas no solo ahorran, sino que también obtienen mayores ganancias y, al mismo tiempo, reducen su huella de carbono.
Es cierto, para estas iniciativas se requiere de financiamiento, pero si esta inversión permite a las organizaciones ahorrar, aumentar sus ganancias, mejorar su servicio o producto, y además contribuir al cuidado del medio ambiente, entonces vale la pena para asegurar un futuro más concreto.
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